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La peor pesadilla de cualquier padre es que su hijo sufra algún daño. Para empezar, ser padre no es nada fácil. ¡Y es aún peor cuando, además, hay que lidiar con lesiones de un ser querido, que además son responsabilidad de alguien más.
Si bien, no podemos hacer nada para aminorar sus molestias físicas, usted no tiene por que asumir los costos financieros del error de otra persona. Pregunte sobre los derechos legales de su hijo con un abogado de lesiones infantiles en Tucson cuanto antes. Los abogados de Zanes Law, resuelven este tipo de casos frecuentemente y podemos evaluar sus opciones legales de forma gratuita.
Por desgracia, los niños pueden sufrir todo tipo de lesiones durante un accidente. Tal vez usted haya visto devastadoras historias en los noticieros, que detallan algunas de las espantosas lesiones sufridas por infantes. La realidad es que incluso lesiones menores, pueden tener un grave impacto en la vida de un niño en crecimiento.
Estas son algunas de las formas más comunes en que los niños pueden sufrir lesiones personales por las que usted podría demandar:
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La vida puede ser peligrosa para los niños. A menudo no tienen la madurez para manejarse en situaciones desafiantes o inesperadas. Además, a esa edad, tampoco suelen tener las habilidades necesarias para defenderse si se sienten amenazados por alguien mayor, ni para maniobrar cuando van a bordo de un vehículo. No tienen control sobre la calidad de los juegos que usan, o la piscina en la que nadan. Sin embargo, sus delicados cuerpos infantiles, frecuentemente terminan pagando el precio por la negligencia de otros, y eso, podría dejarles consecuencias de por vida.
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Millones de niños sufren lesiones en accidentes cada año. En años recientes, más de 121,000 niños menores de 12 años fueron víctimas de lesiones, tan solo en accidentes automovilísticos; y miles más sufrieron daños durante sus actividades cotidianas.
Algunas de esas lesiones pueden ser graves; de hecho, las lesiones accidentales son la principal causa de muerte infantil en este país. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 12.000 niños mueren cada año en accidentes, y más de nueve millones terminan en urgencias después de sufrir una lesión grave.
Actualmente, las principales causas de muerte infantil en los Estados Unidos son:
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Si su hija o hijo sufren una lesión por la negligencia de otra persona, usted podría tener derecho a una indemnización monetaria.
Una compensación podría ayudarle a cubrir:
También podría solicitar una compensación por el dolor físico y el sufrimiento emocional del niño, sobre todo si la lesión dejó marcas permanentes, o lo excluyó de algunas actividades de por vida. Una compensación podría ayudarlo a lidiar con esas pérdidas.
Como padre, usted también podría recibir compensación por el trauma de haber presenciado el accidente que lesionó a su hijo, o por su pérdida.
En raros casos, también se puede agregar una “compensación punitiva”, pero ello requiere demostrar que no sólo hubo negligencia, sino dolo y premeditación; o que el acusado actuó con completa indiferencia ante la posibilidad de herir a otra persona.
La compensación punitiva suele agregarse contra conductores en estado de ebriedad y otros actos que involucran conductas particularmente irresponsables. Un abogado experimentado de Tucson podría ayudarle a determinar si hay suficiente evidencia para agregar daños punitivos en su caso particular.
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Un menor de edad, o “minor children”, como se define en los Estatutos Revisados del Estado de Arizona § 1-215(22), es cualquier persona menor de 18 años. Debido a que un menor carece de la capacidad legal para representarse a sí mismo, alguien más podría demandar en su lugar. De acuerdo al estatuto § 12-641, de los ERA.
Si un menor de edad desea presentar un reclamo por su cuenta, puede esperar hasta cumplir 18 años y hacerlo. En Arizona, el plazo para presentar una demanda por lesiones personales suele ser de dos años a partir de la fecha del incidente. Sin embargo, cuando el afectado es un menor de edad, su tiempo comienza a correr hasta tener la edad legal suficiente. Una persona lesionada en un accidente de su infancia, tiene dos años, a partir de su cumpleaños 18, para demandar.
Esperar a la mayoría de edad, no siempre es la mejor decisión, La evidencia podría desvanecerse con el paso del tiempo, y los testigos volverse difíciles de encontrar. Un abogado con experiencia en casos de lesiones infantiles podría brindarle más información sobre las ventajas y desventajas de esperar, en su reclamo.
Cualquier acuerdo superior a $10,000, que sea hecho en nombre de un menor, debe ser aprobado por un juez. Por lo general, la parte que paga debe solicitar a un tribunal la aprobación del acuerdo, y el tribunal programará una audiencia.
En la audiencia, el juez evaluará la información sobre la lesión del niño, el pronóstico y los cuidados que se requieren, tanto actuales como a futuro. Si el padre o tutor desea entrar en el acuerdo debe asistir a esta audiencia. Un abogado con experiencia en lesiones infantiles en Tucson podría ayudarle a prepararse para su presentación ante el juez.
Hay varias formas de administrar una compensación elevada a nombre de un menor. La mejor opción siempre es diferente para cada caso. Por ejemplo, si el niño requiere costosos cuidados continuos, un acuerdo estructurado, supervisado por un tutor ad litem, podría ser la forma más efectiva de garantizar que los padres reciban los fondos para brindar la atención necesaria. En la mayoría de los casos, el afectado recibe control sobre estos fondos cuando cumple 18 años.
Hay algunas reglas especiales para procesos que involucran a niños lesionados en Arizona. El límite de tiempo para presentar una demanda es una de ellas. Por lo general, un demandante tiene dos años, a partir de la fecha de la lesión, para presentar un reclamo. En el caso del menor afectado, el plazo límite comienza a correr hasta que cumple 18 años. A partir de esa fecha tiene dos años para demandar.
Esto no significa que la familia deba esperar hasta ese momento para demandar. La mayoría de padres cuyo hijo resultó lesionado, presentan su reclamo lo más pronto posible, cuando el afectado es aún menor de edad. Esto es debido a que los gastos médicos se hacen evidentes de inmediato, y los padres o tutores tienen todo el derecho legal para demandar en nombre del niño.
Muchos se preguntan ¿qué sucede con el dinero cuando un niño recibe una compensación por lesiones personales? Hay que recordar que todos los ingresos provenientes de la compensación son para el beneficio del niño lesionado, no para los padres. Ellos pueden administrar el dinero, pero deben usarlo para pagar gastos médicos y de atención.
Legalmente, el afectado podrá disponer de ese dinero cuando cumpla 18 años, pero podría gastarlo todo en ese momento, y eso resultaría contraproducente. Por eso es mejor trabajar con un abogado con experiencia que pueda ayudarlo a establecer un acuerdo estructurado.
Una circunstancia poco común en las demandas por lesiones infantiles, es cuando el causante de la lesión también es un niño. A veces, los accidentes ocurren mientras los niños juegan y uno de ellos lastima a otro. Y por supuesto que un niño no puede enfrentar una demanda por negligencia, pero entonces surge la duda de qué tan factible es demandar a los padres.
Arizona cuenta con una ley de responsabilidad parental que podría colocar la responsabilidad de los actos del niño, en sus padres. Ellos son automáticamente responsables por los daños que sus hijos causen a otros y a su propiedad de manera intencional. Los padres podrían tener que pagar por lesiones personales causadas por su hijo, pero solo hasta cierto punto. El límite de compensación por daños es relativamente bajo, por lo que es mejor encontrar otra parte responsable para demandar.
Una compensación por lesiones graves podría llegar a ser mayor que si se tratase de un adulto. Un niño tiene más vida por delante y puede sufrir consecuencias más graves o incluso lesiones permanentes. Además, las necesidades médicas pueden ser mayores, tanto en términos de la intensidad como de los años que el niño necesitará atención.
Estas son algunas de las consideraciones especiales que se relacionan con las lesiones de los niños:
Todo concepto legal que puede aplicarse a un adulto, se puede trasladar a un menor, ya que ellos sienten tanto dolor y sufrimiento como cualquier otra persona, incluso más, porque las secuelas podrían afectarlos por años. Un niño que es víctima de un accidente incluso podría recibir una compensación por salarios perdidos, sin haber trabajo un solo día de su vida, en función de lo que podría haber ganado en el futuro.
Exactamente esa es la razón de que los daños sean difíciles de estimar en una demanda por lesiones infantiles. Cuando las lesiones son graves, su abogado debe trabajar con un equipo multidisciplinario de expertos para estimar adecuadamente los daños. Una cosa es segura: La compañía de seguros contará una historia muy distinta cuando se trata de estimar una compensación. Podrían menospreciar las lesiones de su hijo o argumentar que usted miente sobre las necesidades futuras del niño.
Cualquier menor de edad posee los mismos derechos legales que un adulto, al sufrir lesiones en un accidente. Pueden recibir compensación financiera completa por daños. En algunos casos, su compensación puede ser incluso mayor, dado el tiempo que les queda de vida.
¡Pero claro! Un niño no puede llegar por su cuenta a los tribunales, ya que la ley requiere al menos 18 años para presentar una demanda. Son en cambio los padres, quienes deben presentar la demanda a su nombre. A menudo, las compensaciones en estos casos se destinan a un fideicomiso para cubrir las necesidades a largo plazo del niño afectado. Este dinero no llega a la cuenta de los padres, ya que, dada la gravedad de algunas lesiones, esos recursos podrían ser necesarios en el futuro.
Otra diferencia en la ley, cuando se trata de lesiones infantiles es: Muchos defensores alegan que el demandante causó sus propias lesiones. Tratarán de argumentar que el demandante no merece compensación porque fue negligente. Esta defensa no entra en juego cuando se trata de un niño lesionado.
La ley impone un estándar más bajo de negligencia comparativa para los niños, ya que no se espera de los niños, el mismo nivel de atención que de un adulto.
Existen otros principios legales relacionados con la seguridad de los niños, como la doctrina de la amenaza atractiva que responsabiliza al dueño de impedir el acceso a los niños, sobre todo cuando su propiedad cuenta con riesgos que puedan resultarles atractivos. Por ejemplo, debe cubrir el área de la piscina, ya que, de no hacerlo, los niños estarán sujetos a su propio y limitado juicio infantil, en vez de protegidos por las precauciones de un adulto razonable.
Recuerde que usted está negociando una compensación a nombre de sus hijos. Este dinero podría ayudarlos más tarde en la vida, cuando enfrenten necesidades adultas. Por eso es importante tomar hoy, las decisiones que más convengan a su niño.
¡Sabemos que tomar la mejor decisión financiera para su hijo no es tarea fácil! ya que como padre, su atención seguramente está en la salud del niño; y el proceso legal puede ser tardado y estresante, sin mencionar que también se requiere un amplio conocimiento de la ley.
Aquí es donde usted puede contar con los abogados de lesiones de Zanes Law. Lucharemos para que su hijo reciba una compensación financiera completa y justa por cada una de las lesiones que así lo ameriten, y comenzaremos deslindando responsabilidades.
Demandar para exigir una compensación económica es un proceso legal que puede resultar complicado y lento. Y como podemos ver, hay muchos detalles a los que se debe prestar atención cuando la demanda se presenta a nombre de un menor. La mejor opción es encontrar un abogado que esté a la altura de las circunstancias.
Recuerde que será necesario entrar en negociaciones con compañías de seguros y estar listo para escuchar y realizar ofertas. Un abogado experimentado hará todo lo necesario para obtener la compensación que su hijo se merece de acuerdo a la ley.
No lo deje para después. Lo mejor es contactar a un abogado lo más pronto posible después del accidente de su hijo. La falta de representación legal puede resultar más cara en el largo plazo; ya que la aseguradoras pueden tratar de mermar los derechos de su hijo.
Para cualquier duda relacionada con un accidente que involucre lesiones infantiles en Tucson, lo mejor es contar con un abogado. Este es un difícil proceso que nadie debería enfrentar solo, entre otras razones, porque el futuro de un niño está en juego, y algunas compañías no dudarán en quitarle dinero a su hijo, con tal de defender sus intereses económicos. Contacte a un abogado de Zanes Law hoy mismo.
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